Descubrimiento de narcotúnel en Culiacán y aseguramiento de armas
En Culiacán, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana intervino un inmueble que comunicaba tres viviendas mediante un narcotúnel. La obra subterránea tenía una profundidad de ocho metros y un recorrido aproximado de 400 metros.
Las viviendas conectadas revelaron características de un punto de almacenamiento y traslado de armas. Durante el aseguramiento se coordinó con unidades especializadas en inteligencia militar central.
Infraestructura subterránea clandestina y acceso oculto
El túnel que enlazaba las propiedades mostraba refuerzos metálicos y ventilación limitada, características comunes en la red de trasiego ilícito. Su estructura presentaba indicios de excavación reciente con maquinaria ligera.
La entrada principal se ubicaba en el sótano de la vivienda central, mientras que las salidas secundarias se camuflaban en patios traseros. Los pasadizos contaban con iluminación rudimentaria y zonas de armado para almacenar pertrechos.
Metodología de inspección y diligencias de resguardo
Los trabajos de revisión se realizaron con equipos de detección topográfica y cámaras de visualización interna. Se documentó cada tramo del túnel para asegurar evidencia física y registrar las condiciones estructurales.
Durante la inspección, se levantaron actas de aseguramiento de material estratégico y se establecieron protocolos de custodia. Personal especializado garantizó la integridad de las pruebas y controló el acceso al área.
Arsenal recuperado en Culiacán y vehículos blindados
En el interior de las viviendas se hallaron más de doscientos armamentos de fuego, incluyendo ametralladoras y lanzacohetes, además de ocho lanzagranadas de diverso calibre. Los pertrechos estaban distribuidos en contenedores y espacios ocultos.
También se localizaron vehículos adaptados con blindaje artesanal, preparados para traslado rápido. Los automotores presentaban modificaciones en su suspensión y habitáculos reforzados.
Clasificación y custodia del material bélico
El inventario del armamento se registró por tipo y calibre, y cada pieza fue sellada bajo protocolo de cadena de custodia. Se identificaron fabricantes nacionales e internacionales de componentes específicos.
Las unidades aseguradas pasaron a resguardo en instalaciones oficiales, donde se iniciaron procesos de valoración balística. La documentación técnica acompaña cada lote de elementos decomisados.
