Confesiones y registros en la narco-enciclopedia de Zambada
El narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada García habría compartido con autoridades estadounidenses confesiones y anécdotas que detallan su relación con diversas figuras de la política mexicana. En este documento se registran memorias sobre encuentros con presidentes, gobernadores, alcaldes y empresarios, lo que aporta una perspectiva del entramado de relaciones en el ámbito del narcotráfico.
La referida “narco-enciclopedia” recoge detalles de favores, apoyos y vínculos mantenidos en distintos momentos y ámbitos. La información, recopilada de manera sistemática, evidencia la conexión entre actividades ilícitas y relaciones de conveniencia en el mundo político y económico.
Detalles y significancia del registro narco
El testimonio atribuido a Zambada detalla memorias y relaciones personales con figuras del poder, resaltando episodios en los que se conjugan acuerdos y favores. Se presenta un relato que suma datos sobre encuentros y opiniones, sin seguir un orden cronológico estricto.
En este contexto, la “narco-enciclopedia” se manifiesta como una herramienta que documenta la interacción entre el capo y autoridades, ilustrando la compleja dinámica de la red de influencias en actividades delictivas.
Vínculos con el poder y declaraciones sobre autoridades mexicanas
El relato de Zambada inicia durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, a quien se le atribuye una sorprendente muestra de confianza y estima. Dichas confesiones sugieren que el capo consideraba posible la resolución de conflictos en México a través de la acción política del mandatario.
Asimismo, se destacan menciones a otras figuras importantes, como el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y al gobernador Mario López Valdez, quienes en distintas circunstancias habrían colaborado con el narco en momentos de conflicto, evidenciando un entramado de lealtades y favores dentro del ámbito político.
Fuentes y gestión de la información por autoridades estadounidenses
La información recabada ha sido proporcionada por fuentes del gobierno federal de Estados Unidos, encargadas de vigilar al narcotraficante durante el cumplimiento de su condena en un centro penitenciario en Nueva York. Las autoras de este seguimiento destacan la separación de competencias a la hora de investigar hechos en territorio estadounidense.
Las autoridades norteamericanas han manifestado que el alcance de sus investigaciones se limita al ámbito de su jurisdicción, mientras que cualquier actuación relacionada con hechos ocurridos en México recae en la responsabilidad del gobierno mexicano. Este enfoque pone en evidencia la división operativa en la gestión de la información obtenida en la “narco-enciclopedia”.
