Impacto de las expulsiones migratorias en el sector agrícola
El presidente de Estados Unidos reconoció que los trabajadores migrantes expulsados representan un desafío para el sector agrícola, al ser difíciles de sustituir en tareas de recolección y cuidado de cultivos.
Se señaló que los habitantes de las zonas urbanas no suelen desempeñar este tipo de labores especializadas, lo cual agrava la escasez de mano de obra en temporadas de alta demanda.
Este panorama plantea interrogantes sobre la capacidad de mantener la producción agrícola ante una política de expulsiones centrada en la identificación de criminales.
Colaboración con productores rurales y desarrollo de normativa de inmigración
Ante los riesgos para el abastecimiento, el Ejecutivo afirmó que trabaja junto a los agricultores con el fin de que las expulsiones no impacten de manera drástica la cosecha.
Se adelantó la intención de elaborar nuevas reglas y regulaciones que permitan equilibrar la seguridad fronteriza con las necesidades del sector agrícola en territorio nacional.
Mecanismos para asegurar la mano de obra agraria
Entre las medidas evaluadas figura el diseño de políticas que faciliten la reincorporación temporal de migrantes con perfiles laborales requeridos por los campos.
Estas acciones pretenden garantizar la continuidad de los procesos productivos sin renunciar al control de flujos migratorios y al criterio de seguridad pública.
Permisos de regreso autorizado y formación de migrantes
La administración anunció la posibilidad de otorgar permisos para el regreso legal de algunos migrantes, con el objetivo de que puedan volver de forma autorizada.
Estos permisos incluirían opciones para que los trabajadores completen estudios o adquieran capacitación antes de reincorporarse a la actividad agrícola.
El mecanismo se describe como un envío de retorno con autorización temporal, en el que los migrantes reciben la documentación necesaria para planificar su reingreso.




















































































