Miasis por gusano barrenador, Cochliomyia hominivorax: caso humano confirmado en Tabasco
La Secretaría de Salud confirmó el 21 de agosto el primer caso humano de miasis por gusano barrenador (Cochliomyia hominivorax) en Tabasco. El registro corresponde a un paciente masculino de 76 años, residente del municipio de Centla, que vive solo y presenta comorbilidades.
El caso fue atendido en el Hospital Comunitario de Frontera (IMSS Bienestar) después de que el paciente acudiera por una lesión en el cuero cabelludo donde se detectaron larvas. Las autoridades sanitarias realizaron la investigación epidemiológica correspondiente.
Síntomas y antecedente de herida infectada: caída, comezón y sensación de movimiento
El inicio de los síntomas se registró el 8 de agosto con comezón en el cuero cabelludo, sensación de movimiento en la zona afectada, dolor de cabeza, anorexia y fiebre. Estos signos acompañaron la evolución de la lesión en los días posteriores.
El antecedente relevante es una caída que provocó una herida abierta en la cabeza que no fue atendida ni suturada a tiempo; la lesión se infectó y posteriormente se detectaron larvas en la zona. El hecho de que la lesión quedara sin atención oportuna figura como parte del expediente clínico.
Sintomatología local y systemicidad
En el sitio de la lesión se documentaron signos locales compatibles con infección y presencia de parásitos, como prurito intenso y sensación de movimiento. Además se reportó fiebre y pérdida de apetito, indicadores que motivaron la consulta médica.
La combinación de manifestaciones locales y sistémicas llevó al manejo hospitalario inicial y a la toma de muestras para identificar el agente causal de la miasis.
Atención médica y diagnóstico de laboratorio: detección de larvas y confirmación por InDRE
Al acudir al Hospital Comunitario de Frontera, el personal médico detectó larvas en la herida y procedió a internar al paciente de emergencia para manejo y control de la infección. Se tomaron muestras para su análisis microbiológico y parasitológico.
El Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) confirmó que las muestras correspondían a Cochliomyia hominivorax, identificando así el agente etiológico como gusano barrenador y validando el diagnóstico de miasis.
Protocolos de toma de muestras y confirmación
Las muestras remitidas al laboratorio se procesaron para la identificación morfológica de las larvas, procedimiento estándar en casos de miasis humana. La confirmación por el InDRE siguió los lineamientos de referencia epidemiológica para especies de interés.
La verificación del agente permitió orientar el tratamiento antiparasitario y las intervenciones locales necesarias para controlar la infección del tejido afectado.
Tratamiento, evolución clínica y estado actual del paciente
El paciente recibió antibióticos y curaciones locales durante su estancia hospitalaria, con medidas de control de la infección y retiro de parásitos del tejido afectado. La intervención médica incluyó manejo sintomático y vigilancia hospitalaria.
Tras varios días de hospitalización la herida quedó cerrada y limpia. El paciente fue dado de alta en condición estable y actualmente se encuentra en su domicilio fuera de peligro según el informe clínico proporcionado por las autoridades sanitarias.
Medidas de salud pública, vigilancia epidemiológica y monitoreo del ganado
Brigadas epidemiológicas en la localidad realizaron acciones de promoción de la salud, vigilancia y contención orientadas a limitar la transmisión y detectar casos adicionales. Estas actividades incluyen búsquedas activas y recomendaciones para el manejo de heridas.
Además, hay coordinación con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Pesca para el monitoreo del ganado, ante la posibilidad de reservorios animales de Cochliomyia hominivorax, e implementación de medidas de control en el ámbito pecuario.
Actividades de campo y medidas de control
Las brigadas llevan a cabo actividades de sensibilización sobre el manejo de lesiones y la importancia de la atención médica oportuna, así como acciones de vigilancia entomológica y seguimiento de la situación en la comunidad afectada.
El monitoreo del ganado se orienta a detectar infestaciones y reducir la posibilidad de reintroducción del parásito en áreas de convivencia entre animales y personas, con énfasis en prácticas de manejo sanitario en el ámbito rural.




















































































