Misiones médicas cubanas en América Latina
En 2020 surgió en Colombia la propuesta de incorporar brigadas médicas cubanas, lo que reavivó el debate sobre la eficiencia y el origen de estos profesionales de la salud. Más allá de argumentos políticos, se señalaba que dichas misiones no eran iniciativas altruistas, sino mecanismos para generar ingresos en divisas a favor del régimen.
Quienes cuestionan la llegada de médicos cubanos apuntan al alto costo asociado con el envío y la estadía de estos equipos, así como a la falta de información sobre su experiencia y preparación académica. Se mencionaba que el modelo de colaboración favorece más a la estructura estatal que al desempeño clínico.
Además, la eficacia de estas misiones médicas cubanas no está garantizada, pues existen reportes de protocolos diversos y discrepancias en los estándares de atención. La duda principal radica en si ese personal logra integrarse adecuadamente a los sistemas sanitarios receptores bajo condiciones de supervisión y evaluación claras.
Costos y financiamiento de médicos cubanos en México
Entre 2022 y 2025, el gobierno mexicano destinó más de 2 019 millones de pesos al mantenimiento y contratación de médicos cubanos, equivalentes a más de 105 millones de dólares. Estos recursos provienen de un acuerdo bilateral con el régimen de La Habana y se canalizan a través del Programa IMSS-Bienestar.
Parte de los pagos se efectuó en moneda nacional y otra parte en euros, dirigidos tanto a empresas mexicanas como a la entidad estatal comercializadora de servicios cubanos. Se reporta que al menos 472 millones de pesos fueron entregados en euros a esa compañía entre julio de 2022 y diciembre de 2023, bajo tres convenios específicos.
Programa IMSS-Bienestar
El Programa IMSS-Bienestar gestiona la contratación de “colaboradores externos” en lugar de empleados directos, lo que evita la supervisión laboral tradicional. Esto ha generado cuestionamientos sobre la opacidad en el destino final de los recursos y la falta de claridad en los mecanismos de rendición de cuentas.
Asimismo, no hay datos precisos sobre cuánto de ese presupuesto llega efectivamente a los profesionales de la salud cubanos ni sobre los criterios de selección y evaluación del personal. La ausencia de transparencia en los contratos complica el seguimiento de los pagos.
Pagos y contratos de empresas
Solo entre abril y mayo de 2025, el IMSS-Bienestar pagó más de 1 274 millones de pesos a cinco empresas mexicanas encargadas de la logística integral de los médicos cubanos, incluyendo hospedaje, transporte y alimentación. Estas cifras reflejan el peso de los costos indirectos en la operación.
El esquema contractual privilegia a intermediarios, lo que incrementa los gastos administrativos y disminuye la visibilidad sobre el flujo de recursos. La división en múltiples convenios dificulta la consolidación de un informe único sobre el total invertido en la provisión de servicios médicos extranjeros.
Calidad profesional y condiciones laborales de médicos cubanos
Los médicos cubanos asignados a brigadas en México operan con salarios bajos y están sujetos a restricciones en su movilidad y libertad de expresión. Su estatus de “colaboradores externos” impide la afiliación a prestaciones sociales locales y limita el acceso a mecanismos de defensa laboral.
Existen testimonios de pacientes y personal sanitario mexicano que advierten sobre la falta de experiencia y formación específica de algunos integrantes de estas misiones. En ocasiones, los doctores locales han indicado no derivar pacientes a ciertos profesionales cubanos hasta verificar sus credenciales.
De hecho acá en Veracruz los médicos de base mexicanos del hospital regional les prohibieron tener contacto con los pacientes.
Literalmente los tenían ahí en el hospital sentados haciendo nada y saliendo temprano.
No son médicos. Ni siquiera tienen conocimientos básicos. pic.twitter.com/SgJjahKZ8O
— Christian Camacho (@ccamacho88) June 17, 2025
La ausencia de un nivel académico mínimo unificado y la imposición de protocolos médicos desde el exterior generan incertidumbre sobre la calidad del servicio. Estos elementos han alimentado la percepción de que las brigadas médicas podrían no cumplir con los estándares clínicos requeridos.