Marcha pacífica y solidaridad de madres buscadoras

El sábado 10 de mayo de 2025, decenas de madres y familiares de personas desaparecidas realizaron una manifestación pacífica en Mazatlán, Sinaloa. El recorrido partió del Monumento a El Pescador y concluyó en la Plazuela Ignacio Zaragoza, con el objetivo de visibilizar la crisis de desaparición forzada en la región.

Convocadas por el colectivo “Tesoros Perdidos Hasta Encontrarlos”, las participantes portaron pancartas y consignas como “10 de mayo no es de fiesta, es de búsqueda y protesta”. La movilización contó con el acompañamiento de organizaciones civiles dedicadas a la localización de personas desaparecidas y la exigencia de justicia.

Demandas y testimonios de familiares en búsqueda

Exigencia de información y acciones concretas

Las madres solicitaron a las autoridades estatales y municipales que hagan públicos los avances en las investigaciones sobre el paradero de sus hijos. La petición incluyó la designación de responsables claros para cada carpeta de investigación y la implementación de protocolos de búsqueda inmediata.

Entre las consignas se escucharon reclamos por la falta de respuestas oportunas y la ausencia de planes de localización preventiva. El colectivo enfatizó que la inacción institucional agrava el sufrimiento de las familias y perpetúa el ciclo de impunidad.

Historias de búsqueda y hallazgos

Gladis Uribe, integrante de un grupo de apoyo ciudadano, relató que lleva siete meses en la búsqueda de su hijo desaparecido. Durante este tiempo, ha participado en excursiones de rastreo a orillas de ríos y en zonas montañosas, además de revisar archivos forenses y generar redes de contacto con otros colectivos.

En algunos casos, la labor de los grupos de búsqueda ha permitido localizar cuerpos no identificados. Estas diligencias, según las propias madres, han ofrecido una mínima certeza a quienes recuperan los restos de sus seres queridos para darles sepultura en tierra sagrada.

Esperanza, resistencia y exigencia de justicia

A pesar de la ausencia de celebraciones en fechas como cumpleaños o el Día de las Madres, las participantes manifestaron que mantienen la esperanza de hallar con vida a sus familiares. El tono de la protesta se mantuvo crítico, sin caer en lo festivo ni en lo formal.

La movilización concluyó sin incidentes relevantes, con el llamado a sostener la presión social hasta que se presenten resultados concretos en la investigación y localización de las personas desaparecidas.