Disculpa por aplazamiento del cara a cara en la cumbre G7
El 17 de junio de 2025, en el marco de la cumbre G7 en Canadá, se llevó a cabo una llamada de veinte minutos entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump. Durante el intercambio, Trump expresó una disculpa formal por la cancelación de su primer encuentro directo.
La reunión había sido pospuesta a raíz de la escalada en el conflicto entre Israel e Irán, factor que motivó el aplazamiento sin fecha definida. Fue este contexto de tensión en Oriente Medio el argumento principal para el retraso del cara a cara.
Rechazo a una cumbre exprés y futuros encuentros bilaterales
Sheinbaum descartó la propuesta de celebrar una “cumbre exprés” entre líderes de México y Estados Unidos con escasa antelación. En cambio, planteó la conveniencia de programar el encuentro con mayor tiempo para definir agenda y objetivos claros.
La jefa del Ejecutivo mexicano insistió en la necesidad de agendas bien estructuradas, argumentando que la prisa podría dejar temas clave sin resolver. De esta manera, ambas partes acordaron posponer la reunión presencial para planificarla con más detalle.
Propuesta de un acuerdo integral de migración, seguridad y comercio
Ambos mandatarios coincidieron en explorar un pacto amplio que integrara aspectos de migración, seguridad y comercio bilateral. La idea central fue diseñar una hoja de ruta que contemple flujos migratorios ordenados y fortalezca la cooperación en materia de seguridad.
En el diálogo también se evaluó la posibilidad de establecer mesas de trabajo para analizar cada uno de esos ámbitos con equipos técnicos de ambas naciones. Sin embargo, no se definió fecha ni formato específico para dichas reuniones.
Debate sobre políticas migratorias compartidas
En el punto de migración, Sheinbaum subrayó la urgencia de un sistema de gestión que respete derechos laborales y familiares de mexicanos en Estados Unidos. Trump, por su parte, planteó la búsqueda de mecanismos de control fronterizo más efectivos.
El intercambio incluyó la revisión de propuestas previas, sin llegar a acuerdos concretos sobre cuotas o procedimientos. Quedó pendiente la integración de equipos especializados para perfilar el esquema migratorio.
Reconocimiento al papel de las familias mexicanas en EE. UU.
Durante la conversación, Trump reconoció la importancia del aporte de las familias mexicanas en la economía estadounidense. Señaló que la mano de obra migrante ha contribuido al desarrollo de diversos sectores productivos.
Este reconocimiento se limitó a una mención puntual, sin compromisos formales sobre derechos o beneficios adicionales. La charla no incluyó detalles sobre posibles cambios en políticas de residencia o trabajo.
Negociaciones sobre eliminación de aranceles al acero
En el diálogo también se anunció el viaje de Marcela Economía, titular de la Secretaría de Economía de México, a Washington el 20 de junio. Su misión será reunirse con Howard Lutnick, secretario de Comercio de EE. UU., para discutir la supresión de aranceles al acero.
El objetivo de esa reunión consiste en revisar tasas vigentes que afectan a la industria siderúrgica mexicana y evaluar un calendario de desgravación. Se pretende analizar el impacto de los aranceles en los precios domésticos y en la competitividad regional.
No se definieron posturas finales ni plazos exactos para la implementación de la eliminación arancelaria. Quedó asentada la voluntad de avanzar en un calendario de trabajo conjunto.
Demanda de un pacto migratorio con respeto a trabajadores mexicanos
Sheinbaum insistió en la necesidad de un acuerdo migratorio que reconozca el estatus y las contribuciones de los mexicanos que viven y laboran en Estados Unidos. Señaló que cualquier pacto debe garantizar derechos laborales y familiares.
En este sentido, propuso establecer mecanismos de verificación y protección que incluyan servicios consulares y programas de integración. Ambos mandatarios finalizaron la llamada sin definir ruta ni cronograma específico para ese pacto.