Laboratorio clandestino de droga sintética en Culiacán, Sinaloa
La Secretaría de Marina llevó a cabo un operativo terrestre en la localidad de Abuya, al sur de Culiacán, localizando un laboratorio clandestino dedicado a la producción de droga sintética. El inmueble, de aproximadamente 2 400 m², funcionaba como narcolaboratorio y albergaba diferentes procesos industriales para la elaboración de sustancias ilícitas.
El hallazgo se realizó tras una investigación de inteligencia que apuntó al uso de precursores químicos en gran escala. Las autoridades no informaron sobre detenciones en el sitio, sino que se concentraron en la incautación del material y la destrucción de las instalaciones.
Detalles del material asegurado
En el interior del laboratorio clandestino se contabilizaron 950 kg de metanfetamina lista para su comercialización, lo que refleja la capacidad de distribución de la red delictiva. Además, se encontraron 1 600 litros de precursores químicos en estado líquido y 1 625 kg de compuestos sólidos, fundamentales para la síntesis de la droga sintética.
El equipo localizado podía generar hasta 245 kg adicionales de metanfetamina, según el análisis preliminar de peritos. Estas cifras evidencian la escala industrial del narcolaboratorio y el grado de sofisticación empleado para evadir controles.
Destrucción de instalaciones y pérdidas económicas para el crimen organizado
Con una explosión controlada, la Secretaría de Marina procedió a la demolición y quema de los espacios donde se procesaba la sustancia. El protocolo empleado buscó minimizar riesgos de contaminación y daños colaterales en la zona habitada.
La acción representó una pérdida estimada en 81 millones de pesos para la delincuencia organizada, al contabilizar el valor comercial de la metanfetamina incautada y el equipo de producción. Este tipo de intervenciones busca cortar las cadenas de suministro en la región.
Presentación de pruebas ante el Ministerio Público
Todo el material asegurado y los restos de la instalación fueron puestos a disposición del Ministerio Público para el inicio de las investigaciones formales. Los peritos continuarán con los peritajes químicos y documentales correspondientes.
La entrega incluye inventarios de la metanfetamina, precursores líquidos y sólidos, así como fotografías y planos del laboratorio clandestino. Estas evidencias serán clave para determinar responsabilidades y ligar a los posibles responsables con delitos federales.




















































































