Incautación de inhibidor de drones en Sinaloa
Elementos del Ejército Mexicano aseguraron en Culiacán un dispositivo diseñado para bloquear señales de drones, hallado en el interior de un Toyota Corolla blanco de modelo antiguo. El vehículo se encontraba abandonado en una vialidad secundaria, lo que alertó a las fuerzas castrenses para llevar a cabo una inspección detallada.
Durante la revisión, el personal militar descubrió el inhibidor de drones oculto bajo el asiento trasero y procedió a resguardarlo.
Este hallazgo ocurre en una región donde se ha documentado el uso creciente de tecnologías de interferencia para evadir la vigilancia oficial.
Desmontaje de arsenal y hallazgo de armas largas
Al interior del mismo automotor, el Ejército decomisó también una ametralladora de alto calibre junto a seis rifles, todos en aparente estado operativo. El hallazgo forma parte de un despliegue enfocado en desarticular redes criminales dedicadas al tráfico de armamento.
La presencia de este arsenal coincide con reportes previos sobre la circulación de armas largas en el estado de Sinaloa, lo cual plantea un desafío para las estrategias de control de armas en zonas de alta conflictividad.
Uso de vehículos aéreos no tripulados y bloqueadores de señal
Grupos delictivos en la región han adoptado drones para la ubicación de objetivos y la colocación de artefactos explosivos, aprovechando su capacidad de vuelo bajo y maniobrabilidad. En respuesta, el empleo de bloqueadores de señal se ha convertido en una táctica para limitar la detección remota de estas aeronaves.
El aseguramiento de un inhibidor de drones evidencia la sofisticación creciente en el uso de contramedidas electrónicas por parte de organizaciones criminales, obligando a las autoridades a actualizar sus protocolos de revisión y patrullaje.
Vigilancia aérea para actividades ilícitas
La utilización de drones permite a los grupos delictivos realizar reconocimientos del terreno sin exponer a sus operativos de manera directa. Estas aeronaves son empleadas para monitorear traslados de personal, rutas de vigilancia y puntos de control, generando un panorama dinámico de la zona de operaciones.
Al incorporar cámaras de alta resolución, los drones facilitan la detección de vehículos y fuerzas de seguridad, optimizando la planificación de emboscadas o el despliegue de artefactos explosivos.
Retos de interceptación y contramedidas
La interferencia en las frecuencias de control dron presenta un reto técnico para las autoridades, pues dificulta la neutralización de equipos aéreos en tiempo real. La instalación de bloqueadores obliga al personal militar a emplear detectores especializados y coordinaciones de patrullaje más complejas.
Además, la rápida evolución de la tecnología dron y de los sistemas de inhibición demanda capacitación constante y la adquisición de equipos avanzados para mantener niveles efectivos de respuesta frente a estas amenazas.




















































































