Hallazgo del cuerpo en Culiacán y descubrimiento inicial

La mañana del domingo se localizó el cadáver de un hombre maniatado junto a un canal de riego en el campo Paralelo 38, en la sindicatura de Costa Rica, al sur de Culiacán. El hallazgo se registró minutos antes de las 7:00 horas a la orilla de la carretera 12, cuando autoridades recibieron el primer aviso de automovilistas.

La víctima presentaba signos de haber sido ejecutada a tiros y evidencias de tortura, de acuerdo con el reporte preliminar. El lugar del descubrimiento corresponde a una zona rural con accesos por terracería, lo que complicó la llegada de las unidades de seguridad.

Detalles del homicidio y señales de tortura en el lugar

El cuerpo mostraba heridas de bala en la región torácica y cráneo, así como moretones y cortes superficiales compatibles con sometimiento prolongado. El uso de un trapo blanco para sujetar manos y tobillos indica un posible método de tortura previo al asesinato.

En el sitio no se encontraron casquillos cerca de la víctima, lo que sugiere que el arma pudo ser retirada tras el crimen. Tampoco había vehículos abandonados ni objetos personales que permitan identificar al agresor o determinar el móvil inmediato.

La cadena de custodia del área se estableció desde el primer momento para preservar posibles huellas y evidencias biológicas. El trabajo inicial incluyó fotografía forense y levantamiento de indicios, sin acercarse al cuerpo hasta la llegada de peritos especializados.

Características físicas y señales de violencia

La víctima, de complexión robusta y tez morena clara, fue estimada con edad aproximada de 40 a 45 años. Vestía short gris y playera negra, prendas que quedaron inmutables pese al contacto con el suelo y la humedad.

Las maniobras de atadura dejaron marcas profundas en muñecas y tobillos, evidenciando estrés por opresión prolongada. Estos indicios apuntan a un trato violento y deliberado antes de la ejecución.

Vestimenta y ubicación junto al canal de riego

La cercanía al canal sugiere que el perpetrador buscó un sitio aislado para descartar testigos. El acceso al terreno se realiza por un camino sin señalización, lo que facilita maniobras de ocultamiento.

La ropa de la víctima no presentaba manchas de tierra fresca ni barro en exceso, lo que indica que el cuerpo pudo haber sido trasladado desde otro punto y dejado en la orilla del camino.

Resguardo militar y proceso de las diligencias forenses

Militares arribaron al área para asegurar el perímetro y permitir la labor de los peritos. El resguardo cubrió varios metros a la redonda, impidiendo el ingreso de civiles mientras se trabajaba en el levantamiento del cuerpo.

Personal de la Fiscalía General del Estado realizó el protocolo de identificación, incluyó toma de huellas dactilares y registro fotográfico del cadáver. El traslado al anfiteatro municipal se ejecutó una vez concluidas las primeras pruebas en campo.

La recolección de indicios y muestras biológicas se orientó a determinar el tipo de proyectil y posibles rastros de ADN. El procedimiento pericial seguirá con estudios balísticos y toxicológicos para esclarecer la mecánica del homicidio.