Guardia Nacional lesionado por disparo en urgencias
Un elemento de la Guardia Nacional ingresó durante la madrugada de este miércoles a la sala de urgencias de un hospital en Culiacán con una lesión de proyectil en el brazo derecho. El incidente tuvo lugar en la intersección del bulevar Francisco Labastida Ochoa, también conocido como el “malecón nuevo”, y la carretera hacia la sindicatura de Imala.
El agente, identificado como Martín Antonio N., de 29 años, fue víctima de un disparo mientras circulaba a bordo de un vehículo oficial. Sus compañeros de la corporación actuaron de inmediato y lo trasladaron al nosocomio más cercano.
Atención médica y traslado en Culiacán
Tras el percance, el funcionario fue llevado en una unidad de la Guardia Nacional hasta la recepción de urgencias, donde el personal médico inició maniobras de evaluación y estabilización. El traslado se efectuó con prioridad para mantener bajo observación continua la evolución de la herida.
En el interior del hospital, el miembro de la Guardia Nacional permanece internado en un área de observación para continuar con la atención especializada. Los médicos encargados han aplicado un protocolo de atención a traumas por arma de fuego.
Estado de salud del agente
La herida de bala en el brazo derecho afecta tejido muscular y vascular, por lo que el equipo quirúrgico determinó realizar estudios de imagen para descartar daños mayores. Se reporta estabilidad hemodinámica, aunque el agente sigue bajo supervisión médica.
Personal del servicio de urgencias detalló que el paciente recibió analgesia y antibióticos preventivos para minimizar el riesgo de infección. Se ignoran hasta el momento complicaciones adicionales.
Falta de precisión sobre el origen del proyectil
Las autoridades no han proporcionado una versión oficial sobre las circunstancias que dieron lugar al disparo, lo que genera dudas sobre el origen del proyectil. Tampoco se ha precisado si el incidente ocurrió durante un enfrentamiento o si se trató de un accidente.
La carencia de detalles oficiales impide distinguir entre disparos provenientes de armamento de dotación institucional y otros posibles orígenes. La falta de información alimenta cuestionamientos sobre los protocolos de seguridad vigentes.
Silencio institucional
No se han difundido partes de la investigación ni boletines internos que aclaren el momento exacto del impacto. La falta de comunicación oficial mantiene en reserva detalles clave del suceso.
Hasta ahora, no existen informes policiales públicos ni versiones de mando que expliquen las condiciones de la ruta en la que se desplazaba el elemento lesionado.
