Detalles de la evasión de Saúl Francisco Hernández Tenorio en CERS No. 1
La fuga de Saúl Francisco Hernández Tenorio, conocido como “El Ponchis”, se registró la madrugada del 5 de mayo en el Centro de Reinserción Social No. 1 de Hermosillo. Según los reportes oficiales, el recluso habría sortido las medidas de contención físicas, aprovechando zonas descuidadas de la estructura perimetral.
Autoridades estatales confirmaron que la evasión requirió coordinación interna, pues los sistemas de monitoreo y rondines nocturnos no detectaron movimientos inusuales. La ocurrencia de este escape resalta fallas en los protocolos de seguridad y en el control de acceso al área de máxima vigilancia.
Órdenes de aprehensión y señalamientos contra mandos penitenciarios
El 22 de mayo, la Fiscalía General del Estado de Sonora ejecutó órdenes de aprehensión contra Gerardo Chavero Bernal, coordinador estatal del sistema penitenciario, y Manuel Márquez Loya, responsable del CERS No. 1. Ambos son señalados como presuntos facilitadores de la evasión.
Los cargos apuntan a actos de complicidad y negligencia grave, ya que los detenidos habrían alterado registros internos y omitido protocolos de revisión. La medida busca esclarecer si existió un plan deliberado para favorecer la salida de Hernández Tenorio.
Investigación de cooperación interna y posibles implicados en la trama
De acuerdo con las indagatorias, al menos dos custodios estaban involucrados en la logística para permitir el escape. Testimonios desde la cárcel mencionan entradas abiertas en horarios no autorizados y soporte logístico dentro del área de convivencia.
La fiscalía mantiene abierta la línea de investigación para determinar el alcance de la red de complicidad. Se revisan cámaras de seguridad, hojas de turno y comunicaciones internas para identificar a quienes colaboraron con la evasión.
Debilidades en protocolos de seguridad penitenciaria y gestión de riesgos
El caso expone deficiencias en la supervisión de custodios y en la inspección física de las instalaciones. El sistema penitenciario de Sonora enfrenta cuestionamientos por la falta de mantenimiento en barreras perimetrales y en equipos de vigilancia electrónica.
Auditorías internas previas habían detectado vulnerabilidades en el control de accesos, sin que se implementaran las mejoras recomendadas. Ello sugiere un déficit en la gestión de riesgos y en la aplicación de procedimientos estandarizados.
Fallas en la custodia y gestión interna de personal
Los indicios apuntan a la omisión de registros de salidas y entradas del personal de seguridad. Esta carencia impide establecer horarios exactos de presencia y dificulta la rendición de cuentas.
Asimismo, no se aplicaron revisiones aleatorias de uniformes ni de objetos personales, lo que podría haber permitido la introducción de herramientas que facilitaron el escape.




















































































