Denuncia sobre posibles fosas clandestinas en Culiacán
La mañana del viernes 1 de agosto, el colectivo Búsqueda Madres en Lucha Por Tu Regreso a Casa informó sobre detección de huecos irregulares en un predio de cultivo ubicado a espaldas del Aeropuerto Internacional de Culiacán. La alerta se emitió tras observar movimientos de tierra poco habituales en la zona.
Integrantes del grupo señalaron que en esos puntos se apreciaba una remoción reciente del suelo, lo que motivó la petición de una revisión oficial para descartar la presencia de tumbas no autorizadas. Se definieron coordenadas aproximadas para guiar la inspección.
La elección del área se basó en testimonios de habitantes cercanos y reportes de actividad inusual. Ese polígono concentró la atención de las autoridades, que organizaron el acceso controlado para mantener condiciones de seguridad.
Despliegue de peritos forenses y seguridad en el predio
Al recibir la alerta, peritos forenses se desplazaron al terreno equipados con palas, detectores de metales y linternas de alta intensidad. Su trabajo consistió en delimitar cuadrantes y preparar el terreno para una exploración metódica.
Personal de seguridad estatal y federal, junto con efectivos de la Marina y unidades militares, estableció un cerco de vigilancia. La coordinación tuvo como objetivo resguardar tanto al equipo técnico como el perímetro de excavación.
Procedimientos y equipamiento especializado
Los expertos iniciaron el levantamiento topográfico del área, trazando líneas de excavación y marcando puntos críticos. Cada sección fue intervenida bajo criterios de mínima alteración del entorno y registro fotográfico exhaustivo.
Se emplearon trajes de protección biológica, guantes desechables y mascarillas para evitar contaminación. Además, se utilizó instrumentación de precisión en la extracción de muestras, asegurando la cadena de custodia en todo momento.
Resultados del análisis de restos óseos y verificación
Tras excavar y examinar los puntos señalados, los forenses determinaron que los fragmentos encontrados correspondían a restos de animales. El estudio osteológico descartó cualquier indicio de material óseo humano en las muestras recogidas.
La evaluación incluyó comparación morfológica con bases de datos de fauna local y examen anatómico detallado. No se identificaron características compatibles con entierros clandestinos de personas.
El informe final estableció que las piezas óseas provenían de especies domésticas y silvestres, sin signos de manipulación intencional relacionados con escenas delictivas.




















































































