Washington, EE. UU.— El presidente Donald Trump firmó este lunes una orden ejecutiva que clasifica al fentanilo ilícito y sus precursores como «armas de destrucción masiva», y ordena medidas para intensificar la persecución y sanciones federales contra su tráfico.
Puntos clave
- La orden equipara al fentanilo y sus precursores químicos con armas de destrucción masiva.
- La Fiscalía General deberá iniciar investigaciones y agravar penas por tráfico.
- El Departamento de Estado y el Tesoro analizarán sanciones y acciones contra activos vinculados.
- El Ejecutivo podrá activar recursos de seguridad nacional y coordinar acciones interinstitucionales.
Alcance de la orden ejecutiva y medidas federales
El texto oficial publicado por la Casa Blanca clasifica formalmente al fentanilo ilícito y a sus principales precursores como armas de destrucción masiva, equiparando su impacto letal al de amenazas químicas.
La orden instruye a la Fiscalía General a abrir investigaciones y a aumentar las penas por tráfico de la sustancia. Además encomienda al Departamento de Estado y al Tesoro el análisis de sanciones y medidas contra activos vinculados a la producción y distribución.
El gobierno federal podrá, según el texto, movilizar recursos de seguridad nacional y coordinar esfuerzos interinstitucionales para enfrentar la distribución del fentanilo.
Contexto sanitario: mortalidad y debate sobre cifras
El fentanilo es un opioide sintético extremadamente potente asociado a miles de sobredosis en Estados Unidos en los últimos años. Autoridades sanitarias han documentado un aumento sostenido en muertes relacionadas con opioides, aunque las cifras oficiales difieren de las mencionadas por el presidente.
Durante la ceremonia de firma, Trump afirmó que la droga provoca un daño comparable a bombas y ofreció una estimación de muertes que autoridades consideran superior a los registros oficiales.
“Ninguna bomba causa el daño que esto está haciendo”, dijo Trump durante la firma.
Expertos sanitarios y analistas advierten que, pese a la gravedad del problema, las cifras deben contrastarse con estadísticas oficiales y estudios epidemiológicos para medir el impacto real.
Reacciones, críticas legales y efectos en política exterior con México y Canadá
La medida recibió apoyo de la administración y aliados que la ven como una herramienta para ampliar la respuesta contra redes criminales. Señalan que la clasificación permitirá usar recursos adicionales y sanciones financieras.
Sin embargo, analistas legales y especialistas en políticas de drogas calificaron la acción como potencialmente simbólica. Advirtieron que las definiciones legales tradicionales de «armas de destrucción masiva» no encajan fácilmente con una sustancia como el fentanilo y que podría provocar controversias judiciales sin efectos claros en el terreno.
Analistas también señalan implicaciones regionales. El anuncio podría tensar relaciones con México y Canadá, dado el papel de la frontera sur y de cadenas de suministro transnacionales en la llegada de precursores y la distribución de la droga.















































































