Exhumación masiva en la fosa común de Culiacán
El lunes 8 de julio se inició una exhumación masiva en la fosa común del panteón “21 de Marzo” de Culiacán. La acción, coordinada entre la Fiscalía General del Estado de Sinaloa y el Gobierno del Estado, busca recuperar al menos 50 cuerpos no identificados.
Los restos localizados serán trasladados al Laboratorio de Identificación Humana del CERTIDH. Allí se aplicarán técnicas periciales que incluyen análisis de ADN, odontología forense y antropología, con el fin de determinar la identidad de cada una de las víctimas.
Supervisión legal del proceso de exhumación
Para garantizar la integridad del procedimiento, la Fiscal General designó a un agente del Ministerio Público como supervisor del operativo. Este representante se encarga de verificar el cumplimiento de protocolos legales y éticos.
El protocolo contempla el registro fotográfico y documental de cada osamenta, así como la cadena de custodia de muestras y evidencias. De esta forma se preserva la trazabilidad científica y jurídica durante todo el proceso.
Equipo multidisciplinario en identificación forense
La expedición del terreno contó con un equipo que reúne distintas disciplinas científicas. El propósito es asegurar un abordaje técnico y riguroso en la recuperación y análisis de los restos.
Rol de antropólogos y peritos forenses
Antropólogos y arqueólogos participan en la excavación y registro de la fosa, identificando la posición de los cuerpos y recolectando muestras óseas. Criminalistas y peritos forenses realizan el análisis de evidencias para determinar características biológicas.
Colaboración de colectivos y comisiones estatales
La Comisión Estatal de Búsqueda de Personas y colectivos de familias aportan información sobre presuntas desapariciones en la región. Estos datos ayudan a ubicar sectores específicos de la fosa donde podrían hallarse indicios relevantes.
Identificación forense en el CERTIDH
En el Laboratorio de Identificación Humana del CERTIDH, los restos serán sometidos a estudios periciales que incluyen comparación de perfiles genéticos y análisis de registros dentales. Estas pruebas pretenden confirmar coincidencias con muestras proporcionadas por familiares.
Tras concluir los exámenes, la institución entregará resultados a la Fiscalía y, posteriormente, a las familias interesadas. El proceso avanza bajo normas técnicas y científicas reconocidas, sin incluir conclusiones adicionales.




















































































