Despliegue militar en Los Ángeles con infantes de Marina

El despliegue militar en Los Ángeles se activó tras las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el pasado viernes, que desencadenaron cinco jornadas seguidas de concentraciones y disturbios. En respuesta, el Pentágono movilizó a 700 infantes de Marina del Segundo Batallón del Séptimo Regimiento de Marines.

Estos efectivos forman parte de la Primera División de Marines y quedaron bajo las órdenes del Comando Norte de Estados Unidos (USNORTHCOM). Su llegada obedece a la necesidad de reforzar controles en puntos críticos de la ciudad ante los choques con la policía y los saqueos documentados en varios distritos comerciales.

Composición y despliegue de las fuerzas navales

El contingente naval incluye unidades especializadas en control de multitudes y gestión de crisis urbanas, entrenadas para operar en entornos con potencial de alta tensión. Su despliegue se centra en zonas estratégicas que ya presentan registros de vandalismo y bloqueos de calles.

Los infantes de Marina se distribuyeron en patrullas mixtas junto a agentes federales y locales, con el propósito de vigilar instalaciones y rutas consideradas vulnerables a nuevos brotes de violencia callejera.

Operativo de la Guardia Nacional de California en situación federal

De forma paralela al envío de fuerzas navales, más de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional de California operan bajo estatus federal conforme al Título 10. Dentro de esa fuerza, la 79ª Brigada de Combate de Infantería aporta 1.700 soldados.

La misión principal de este grupo consiste en proteger al personal e instalaciones federales en el área metropolitana, incluyendo edificios administrativos y centros de detención que han sido blanco de protestas y actos de vandalismo.

Funciones y estatus de las tropas de reserva

Al operar bajo estatuto federal, la Guardia Nacional cuenta con facultades ampliadas para colaborar directamente con agencias gubernamentales y unidades militares regulares. Esto permite una coordinación más fluida en las operaciones de seguridad.

Además de labores de custodia, los efectivos realizan rondas de vigilancia en puntos considerados de alto riesgo, donde se han registrado enfrentamientos con gas lacrimógeno y granadas aturdidoras usadas por la policía para dispersar manifestantes.