Siniestro de ahogamiento en el río Chupaderos en Concordia, Sinaloa
El suceso ocurrió en el cauce del río Chupaderos, a la altura del kilómetro 267 de la carretera libre Mazatlán–Durango, en el municipio de Concordia. Un hombre se sumergió en las aguas tras haber ingerido alimentos y, según testigos, presentó síntomas de malestar poco después de entrar.
Familiares señalan que la víctima comenzó a mostrar dificultad para respirar y se sintió aturdido mientras nadaba cerca de la orilla. Ante la emergencia, lo sacaron del agua y lo colocaron en la batea de una camioneta Ford Lobo color rojo para trasladarlo.
El desplazamiento se inició con rumbo a la cabecera municipal de Concordia, en busca de atención médica inmediata, al considerar que presentaba un posible cuadro grave tras el incidente en el río.
Operativo de rescate vial y atención tras paro respiratorio por congestión alimenticia
Durante el recorrido por la carretera Mazatlán–Durango, se alertó al número de emergencias. Elementos de seguridad pública y paramédicos de la Cruz Roja acudieron al lugar indicado, localizando la camioneta a medio camino.
Los cuerpos de auxilio procedieron con maniobras de reanimación cardiopulmonar ante la sospecha de paro respiratorio derivado de una posible congestión alimenticia. Sin embargo, el estado de la víctima ya había empeorado.
El diagnóstico preliminar de los paramédicos confirmó que el hombre sufrió un colapso respiratorio tras introducirse al río sin dejar pasar el tiempo recomendado después de comer.
Intervención de cuerpos de emergencia y traslado
Al llegar, los agentes preventivos colaboraron con los socorristas para asegurar el área y facilitar las maniobras de reanimación. El equipo de la Cruz Roja revisó signos vitales y ejecutó protocolos de emergencia.
Pese a los esfuerzos, el personal médico determinó el fallecimiento en el sitio. No se registraron otros heridos ni complicaciones adicionales durante el operativo de respuesta.
Diligencias forenses y necropsia de ley en el Servicio Médico Forense
El cuerpo fue entregado al personal de la Fiscalía General del Estado, que asumió las investigaciones correspondientes. Se recabaron datos sobre la dinámica del incidente y se levantó el acta ministerial.
Posteriormente, se trasladó el cadáver al Servicio Médico Forense para la necropsia de ley. Tras el peritaje, se autorizó la devolución del cuerpo a los familiares para los trámites funerarios.




















































































