Medidas de suspensión de actividades presenciales y clases virtuales UAS
El 6 de mayo de 2025, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) anunció la suspensión de actividades presenciales en varias comunidades, entre ellas Mocorito, Guamúchil y Angostura. La orden incluye la transición inmediata a un esquema de clases virtuales para preservar la continuidad académica.
La suspensión de clases presenciales se presentó como una medida preventiva tras evaluar los riesgos derivados de la jornada violenta del día anterior. Las instituciones educativas adoptaron esta estrategia para minimizar la exposición de estudiantes y personal a posibles incidentes.
Análisis de la jornada violenta en Sinaloa y su impacto en la UAS
Detalles de balaceras, bloqueos y ataques armados
El 5 de mayo se registraron enfrentamientos armados en varias vialidades del estado, con reportes de bloqueos en carreteras y disparos en zonas urbanas. Estos eventos generaron un clima de tensión que comprometió la movilidad de estudiantes y profesores.
Las balaceras tuvieron lugar en puntos estratégicos, complicando el tránsito vehicular y afectando el acceso a los planteles universitarios. La presencia de vehículos bloqueando rutas dificultó la llegada de autobuses escolares.
Afectación en comunidades universitarias y percepción de riesgo
Las localidades de Las Brisas, Casa Blanca y Palos Verdes experimentaron interrupciones en el traslado diario, obligando a algunas familias a alterar sus rutinas. El temor generado por los ataques armados derivó en solicitudes de mayores medidas de seguridad.
La comunidad universitaria reportó sensación de vulnerabilidad, ya que no había información clara sobre la magnitud de los hechos ni protocolos de respuesta inmediata. Esta inseguridad motivó la petición de medidas extraordinarias.
Coordinación con autoridades de seguridad para protección estudiantil
La decisión de la UAS se tomó en coordinación con entidades de seguridad estatal y municipal. Sin embargo, no se han detallado públicamente los criterios de riesgo empleados para decretar la suspensión.
Fuentes institucionales señalan que el análisis incluyó datos de información delictiva y asesoría de cuerpos policiales, aunque la universidad mantiene hermetismo sobre las evaluaciones específicas.
Evaluación continua del contexto y protocolos de integridad universitaria
Se estableció un mecanismo de monitoreo diario de la situación en los municipios afectados, con reportes constantes para determinar el regreso a la modalidad presencial. Este monitoreo busca medir niveles de violencia y movilidad en tiempo real.
La universidad activó un comité de revisión de riesgos que analizará indicadores de seguridad, como número de incidentes y bloqueos, para ajustar el calendario académico según la evolución de la conflictividad.