Presencia del Cártel de Sinaloa en territorio mexicano
Según la Evaluación Nacional de Amenaza de Drogas de la DEA, el Cártel de Sinaloa mantiene su dominio en los 31 estados de la República. Esta red de narcotráfico ha establecido alianzas locales que facilitan el traslado de estupefacientes desde los puntos de producción hasta las zonas de distribución.
El grupo delictivo utiliza rutas terrestres y puntos de control en municipios clave para asegurar el paso de cargamentos. Su capacidad para corromper autoridades y actores regionales le otorga una ventaja competitiva frente a otras organizaciones criminales.
Dominio en el mercado de fentanilo y opioides sintéticos
El Cártel de Sinaloa lidera la fabricación y tráfico de fentanilo en México, convirtiéndose en el principal abastecedor de este opioide en América del Norte. Laboratorios clandestinos ubicados en varias entidades producen precursores químicos importados de manera ilegal.
La distribución del fentanilo se caracteriza por envases pequeños y concentraciones elevadas, lo que facilita su traslado a gran escala. Este negocio ha desplazado a otros derivados de opioides, obligando a competidores a diversificar su oferta o ceder territorio.
Expansión internacional de la organización criminal transnacional
A nivel global, el Cártel de Sinaloa extiende su red de distribución en al menos 40 países de Europa, Asia y América Latina. La coordinación entre células locales permite el envío de cargamentos en contenedores comerciales y envíos postales.
Sus operaciones internacionales se basan en la creación de sociedades fachada que legitiman movimientos financieros. Estas estructuras facilitan el lavado de dinero y obstaculizan la labor de organismos de control en distintas jurisdicciones.
Estructura operativa y métodos de distribución de la red de narcotráfico
La organización criminal está dividida en células regionales con líderes encargados de logística, seguridad y aprovisionamiento. Cada célula reporta a una dirección central que coordina las entregas y las rutas de tránsito.
El sistema jerárquico incluye operadores dedicados al rastreo de cargamentos y a la negociación con operadores del transporte, optimizando la cadena de suministro de estupefacientes.
Rutas de transporte por frontera y rutas marítimas
Se emplean cruces fronterizos terrestres con alta densidad de tráfico para ocultar vehículos cargados de fentanilo y otras drogas. Operadores utilizan compartimentos secretos en camiones, autobuses y automóviles particulares.
En el ámbito marítimo, contenedores de exportación son interceptados por embarcaciones menores que trasladan el producto hasta islas o puertos secundarios, donde se reempaqueta el cargamento.
Sistemas de financiamiento y lavado de activos
El flujo de dinero se canaliza a través de empresas de envío de remesas y proveedores de servicios financieros informales. Estas redes mueven fondos en efectivo y criptomonedas para evitar controles bancarios.
Además, inversiones en bienes raíces y negocios de transporte sirven para integrar recursos ilícitos al mercado legal, dificultando la trazabilidad de los fondos generados por el tráfico de sustancias prohibidas.
