Estado de la única capibara hembra en el Zoológico de Culiacán
El 7 de agosto de 2024 se registró la presencia de una sola capibara hembra en las instalaciones del Zoológico de Culiacán, a diferencia de diciembre de 2023, cuando se documentaron dos ejemplares. Esta revisión permite confirmar la disminución en el número de estos roedores semiacuáticos en cautiverio.
La supervisión se llevó a cabo mediante recorridos rutinarios del personal encargado del área de veterinaria, quienes enfatizaron la relevancia de monitorear con precisión a cada individuo. La constatación forma parte del control poblacional y de salud animal dentro del recinto.
Historial de residencia de la capivara y procedencia del ejemplar
Según registros internos, la hembra lleva seis años en el Zoológico de Culiacán, donde llegó como parte de un intercambio de ejemplares con otro parque de vida silvestre. Desde entonces, ha sido la única representante de Hydrochoerus hydrochaeris en el área destinada a roedores de gran tamaño.
En diciembre de 2023 se documentaron dos capivaras, pero solo esta hembra ha permanecido en el recinto desde entonces. El antecedente apunta a posibles salidas de ejemplares por reubicación o movimiento interzoológico.
La procedencia de la hembra se vincula a un programa de conservación que buscaba reforzar la genética de la especie en cautiverio. Sin embargo, no se han detallado públicamente los criterios usados para el intercambio.
Condición sanitaria y comportamiento tranquilo del roedor acuático
El encargado del área de Veterinaria informó que la capibara presenta un buen estado de salud general, sin señales aparentes de lesiones o enfermedades dermatológicas comunes en la especie. Su peso y parámetros vitales se mantienen dentro de los rangos esperados.
Durante las observaciones, el animal mostró un patrón de conducta apacible, con periodos de descanso prolongados y actividad en horas de baja afluencia de visitantes. Este comportamiento coincide con el hábito nocturno y crepuscular típico de la especie.
Observaciones del equipo veterinario
Lucio Ricardo Ibáñez Garduño, responsable de la unidad veterinaria tras reincorporarse luego de su jubilación, ha señalado que la capibara se adapta sin estrés aparente al entorno de exhibición. Las revisiones periódicas incluyen control de peso, examen bucal y evaluación de la condición de la piel.
Adicionalmente, se ha registrado la interacción mínima con objetos flotantes en el estanque, lo que demuestra un uso moderado del agua en su rutina. La evaluación no ha detectado signos de agresividad o conductas estereotipadas asociadas al encierro.
Plan de introducción de pareja para mejorar el bienestar de la capibara
Ante la ausencia de un segundo ejemplar, la dirección del zoológico trabaja en la adquisición de una pareja compatible que permita restablecer el equilibrio social de la hembra. La selección considerará edad, procedencia y estado sanitario de la nueva capivara.
El proceso de integración incluirá cuarentena preventiva y análisis genéticos para evitar transmisión de enfermedades. El objetivo es garantizar un entorno que respete los requerimientos etológicos de la especie sin alterar la dinámica actual del recinto.




















































































