Inicio del proceso de canje de uniformes y útiles escolares gratuitos

La Secretaría de Educación Pública y Cultura (Sepyc) de Sinaloa anunció el arranque del canje de uniformes y útiles escolares gratuitos el 4 de agosto. La medida está enfocada en garantizar que los alumnos de educación básica cuenten con el equipamiento necesario antes del inicio del ciclo 2025-2026.

El programa incluye también la entrega de calzado deportivo infantil para los estudiantes de preescolar. Con esta estrategia, las autoridades buscan minimizar el gasto familiar y asegurar el acceso a materiales educativos esenciales.

Programación de entrega y cronograma de intercambio de materiales educativos

Durante la sesión extraordinaria del programa de uniformes, calzado deportivo y útiles escolares, se definieron las fechas para cada grupo de apellidos. El canje se realizará de forma escalonada para evitar aglomeraciones en los centros autorizados.

El periodo del 4 al 10 de agosto corresponde a las letras A a F, seguido del 11 al 17 de agosto para las letras G a O. Finalmente, del 18 al 24 de agosto podrán acudir los estudiantes cuyos apellidos inicien con P a Z.

Los alumnos que no alcancen a realizar el canje en su fecha asignada dispondrán de un plazo adicional del 25 de agosto al 14 de noviembre para completar el proceso de intercambio.

Aspectos logísticos y orden alfabético en la entrega de vestimenta escolar

Para optimizar la logística, la Sepyc aprobó las listas de proveedores autorizados que surtirán uniformes y calzado deportivo en cada municipio. Esta medida pretende reducir tiempos de espera y evitar acumulación de familias en los puntos de entrega.

Los centros de canje estarán distribuidos estratégicamente en las principales cabeceras municipales. Cada sede operará en horarios extendidos para flexibilizar la asistencia de los tutores y garantizar el flujo ordenado de usuarios.

Ventajas del sistema escalonado

El mecanismo de orden alfabético busca equilibrar la demanda diaria y prevenir saturaciones en los módulos de servicio. Al limitar el número de apellidos por franja, se controla la afluencia y se mantiene un ritmo constante de atención.

Además, al contar con un período extraordinario, se ofrecen alternativas para quienes no puedan presentarse en la primera fase, reduciendo así el riesgo de que algunos estudiantes queden sin sus materiales antes de iniciar clases.