Campamento clandestino y hallazgos de Madres Buscadoras Sonora
El colectivo Madres Buscadoras de Sonora localizó el viernes pasado un campamento clandestino en la zona rural de Hermosillo. El terreno del poblado Miguel Alemán albergaba al menos tres fosas clandestinas. En el sitio se encontraron cuatro cuerpos de hombres y varios cráneos, lo que confirma la presencia de restos humanos. Además, se ubicaron restos óseos calcinados en un área posiblemente utilizada como crematorio.
Del mismo modo, se registró el hallazgo de más de 200 prendas de vestir, entre las que destacan botas tácticas y ropa de uso rudo. Se recolectaron decenas de casquillos de armas largas y cortas, señal de un posible vínculo con grupos armados. La acumulación de estos elementos sugiere un patrón de violencia sistemática en el lugar. El contexto del descubrimiento apunta a la utilización del campamento para ocultar evidencias.
Procedimiento de excavación y colaboración policial
Las buscadoras iniciaron la exhumación empleando picos, palas y trabajo manual, un método recurrente en las indagaciones forenses comunitarias. La participación de algunos agentes estatales en las labores permitió ampliar el perímetro de búsqueda. Durante la excavación, se documentó cada hallazgo mediante fotografía y registro detallado. Esta acción conjunta busca garantizar la integridad de la cadena de custodia.
La Fiscalía General de Justicia de Sonora ha confirmado la presencia de fragmentos óseos y material balístico. En un predio cercano, se reportaron 42 prendas adicionales y cartuchos percutidos. Todos los elementos fueron embalados y enviados a un laboratorio especializado para su análisis. Este proceso técnico es fundamental para la identificación y datación de los restos.
Localización y antecedentes del sitio irregular
El predio se ubica en las inmediaciones de la carretera 12 Norte, a pocos kilómetros del poblado Miguel Alemán. Según las primeras indagaciones, un grupo armado ocupó la zona hasta septiembre de 2024. El abandono del sitio se produjo tras un operativo oficial, cuyos detalles aún están bajo investigación. La continuidad de las pesquisas depende del resultado de los análisis forenses.
El uso de este espacio para fines clandestinos refleja la complejidad de la violencia en la región. La presencia de casquillos y restos calcinados indica operaciones de encubrimiento. La sistematización del hallazgo permite trazar rutas de investigación sobre eventos pasados. La ubicación rural presenta desafíos logísticos para el acceso y la recolección de evidencias.
Acopio y análisis de vestigios óseos por Madres Buscadoras Sonora
La Fiscalía General de Justicia remitió los restos óseos y las prendas localizadas a instalaciones periciales. El examen forense incluye estudios antropológicos para establecer perfil biológico de los individuos. El análisis balístico de los casquillos busca determinar calibre y origen de las armas utilizadas. Estos procedimientos son esenciales para vincular los hallazgos con posibles responsabilidades.
El inventario de los objetos confiscados se realizó bajo estrictos protocolos de cadena de custodia. Las piezas de ropa y evidencias físicas fueron rotuladas y almacenadas en contenedores sellados. Cada elemento será comparado con reportes de desaparición y bases de datos forenses. El objetivo es aportar datos concretos para futuras diligencias ministeriales.




















































































