Descubrimiento del campamento clandestino en Mazatlán
Personal militar en conjunto con autoridades federales llevó a cabo labores de reconocimiento terrestre en la zona rural de Mazatlán. Durante las patrullas se identificó un área con estructuras improvisadas, indicativa de un campamento operado al margen de la ley.
La ubicación exacta correspondió a la comunidad de La Noria de San Antonio, donde elementos del Ejército Mexicano detectaron huellas de actividad reciente. El hallazgo reaviva la preocupación sobre la presencia de células delictivas que buscan espacios fuera del radar institucional.
Localización en la Noria de San Antonio
La inspección detallada del terreno reveló señales de tránsito frecuente y puntos de observación elevados. Estas características convierten al sitio en un punto estratégico para el monitoreo de rutas de comunicación en el litoral de Sinaloa.
El despliegue en la zona incluyó drones de bajo perfil y escuadrones de reconocimiento humano. Los reportes iniciales apuntan a que el campamento contaba con divisiones segmentadas para distintas funciones logísticas.
Intervención conjunta y aseguramiento de material táctico
El operativo involucró a la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina, la SSPC y las fiscalías federal y estatal. Esta coordinación formaliza un esquema de acción que refuerza la presencia de las instituciones en regiones con indicadores de riesgo alto.
Además de las fuerzas militares, la participación de la FGR y la FGE permitió montar protocolos de cadena de custodia para los objetos asegurados. Los procedimientos llevaron a la documentación fotográfica y al etiquetado de evidencias.
La incautación incluyó chalecos antibalas, cargadores, municiones y uniformes camuflados. Dichos elementos suelen asociarse con grupos organizados que emplean equipamiento táctico para sostener operaciones ilícitas a gran escala.
Cadena de custodia y traslado de evidencias
Una vez recolectados, los indicios fueron embalados siguiendo criterios de integridad probatoria. El personal de las fiscalías supervisó cada etapa de la recolección para garantizar su validez en procesos legales.
Ante cualquier irregularidad, se activaron protocolos de auditoría interna. Este mecanismo persigue evitar filtraciones o manipulaciones que puedan comprometer la investigación.
Actuación judicial y seguimiento del caso
Los materiales fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal para su análisis pericial. Este paso es esencial para establecer vínculos entre los artículos asegurados y posibles responsables.
El avance de la investigación se basa en entrevistas a testigos y análisis técnico de los equipos. El objetivo es reconstruir la cadena de mando y determinar la naturaleza de las operaciones delictivas detectadas en el campamento.




















































































