Incautación de aeronave con cocaína en Colima
El jueves 3 de julio se aseguró una avioneta cargada con 427.65 kg de cocaína en una pista clandestina de Tecomán, Colima. La mercancía estaba distribuida en 11 paquetes cuyo valor aproximado supera los 95 millones de pesos.
La aeronave entró sin autorización al espacio aéreo mexicano tras despegar de El Salvador. Fue detectada por radares a unos 200 km al sur de Centroamérica y seguida hasta su aterrizaje.
La acción formó parte de un operativo coordinado entre la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la Fuerza Aérea Mexicana, cuyo objetivo fue interceptar el transporte ilegal de narcóticos.
En el sitio de la incautación permanecía la avioneta y la droga a disposición de la Fiscalía General de la República, en espera de las diligencias correspondientes.
Detalles del aterrizaje no autorizado
La pista clandestina de Tecomán carecía de permisos oficiales para operaciones aéreas, lo que facilitó la llegada sin supervisión de la aeronave. El lugar se identifica por pistas rudimentarias en zonas rurales.
El seguimiento llega hasta el punto de descenso, donde equipos a tierra intervinieron de inmediato. No hubo reporte de intercambio de disparos, pero sí detención inmediata de la tripulación.
Detención de tripulantes y cargos por narcotráfico
En el operativo fueron detenidos tres sujetos vinculados directamente con el piloto y la carga de narcóticos. El personal de seguridad aseguró a los implicados al descender de la avioneta.
Los detenidos enfrentan cargos por transporte de cocaína y presunta vinculación con redes de tráfico internacional de drogas, tipificados en el Código Penal Federal.
Todos los detenidos quedaron bajo la custodia de la Fiscalía General de la República, que inició carpetas de investigación para determinar responsabilidades adicionales.
Perfiles de los detenidos
Leonardo Alonso Parra Pérez, originario de Guasave, Sinaloa, fungía como piloto de la avioneta. Se le atribuye la ruta de vuelo irregular desde El Salvador.
José Adán Jalavera Ceballos y Felipe Villa Gutiérrez, copiloto y acompañante respectivamente, tienen procedencias de Chihuahua y Morelia, Michoacán, según registros oficiales.
Detección aérea y seguimiento de la aeronave incautada
El monitoreo de la hipotética «avioneta fantasma» se llevó a cabo mediante radares de la Fuerza Aérea Mexicana, que identificaron la matrícula y altura de vuelo en tiempo real.
El rastreo aéreo permitió coordinar patrullas de tierra y unidades de inteligencia de la Secretaría de Seguridad, agilizando la interceptación al tocar pista clandestina.
Con la aeronave inmovilizada, se documentó el punto exacto de aterrizaje y se resguardó la zona para preservar evidencia y corroborar trazabilidad del cargamento.
Tecnología y coordinación en tiempo real
Las comunicaciones entre unidades aéreas y terrestres se canalizaron por enlaces cerrados para evitar filtraciones. El uso de sistemas cifrados fue determinante para el éxito táctico.
La coordinación interinstitucional aglutinó información de inteligencia de distintas fuentes, generando un cuadro situacional que permitió anticipar maniobras de evasión.
Investigación de rutas y redes de tráfico internacional
La Fiscalía General de la República investiga la ruta completa del vuelo y busca conexiones con presuntos grupos criminales que operan en Centroamérica y México.
El análisis de la documentación incautada, junto con declaraciones de los detenidos, sirve para reconstruir el trayecto y posibles escalas previas al aterrizaje en Colima.
Elementos de la Fiscalía profundizan en la identificación de alianzas entre cárteles y organizaciones de transporte aéreo ilícito que sostienen este tipo de operaciones.
Próximos pasos en la indagatoria
La FGR continúa con entrevistas y revisión de bitácoras de vuelo para definir rutas alternas y clarificar si hubo apoyo logístico en territorio mexicano.
Se prevé la integración de peritajes técnicos y la colaboración internacional para deslindar responsabilidades y vincular estructuras criminales transnacionales.
