Inspección de aeronaves tras aterrizaje de emergencia de taxi aéreo
En el kilómetro 32 de la autopista Mazatlán–Culiacán una avioneta tipo Cessna realizó un aterrizaje de emergencia al agotarse su suministro de combustible en el carril de norte a sur. La unidad, identificada como taxi aéreo, permaneció inmovilizada sobre la carpeta asfáltica mientras se coordinaba el ingreso de personal de seguridad.
Tras el descenso forzoso, efectivos del Ejército Mexicano llevaron a cabo una revisión técnica de la aeronave. Durante la inspección militar no se detectaron daños estructurales, fallas mecánicas ni evidencias de alteraciones en los sistemas de la avioneta, según el reporte oficial elaborado en el lugar.
Operativo de la Guardia Nacional y Ejército Mexicano en la autopista
Agentes de la Guardia Nacional, división de carreteras, se presentaron en el sitio para asegurar el perímetro y organizar el flujo vehicular. El piloto permanecía fuera de la aeronave y había recibido auxilio de automovilistas que apoyaron en el traslado hacia zona de terracería y monte aledaña.
Posteriormente arribaron más unidades terrestres del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional. El despliegue incluyó vehículos de seguridad y equipo de señalización para resguardar el lugar y garantizar condiciones óptimas durante la inspección de la avioneta en la calzada.
Verificación documental y legalidad de la avioneta tipo Cessna
Autoridades militares revisaron la documentación que acredita la propiedad y procedencia legal del taxi aéreo. Se confirmó que la aeronave partió de Baja California con destino a Mazatlán, contando con todos los permisos administrativos vigentes y pólizas de seguro correspondientes.
En el sitio también hicieron acto de presencia, aparentemente, los propietarios de la unidad. Ellos entregaron copias de la matrícula y los registros oficiales requeridos, colaborando con el personal encargado de validar la legalidad de la aeronave antes de autorizar su desplazamiento.
Logística de remolque y resguardo de la unidad aérea
La avioneta permaneció resguardada en la zona de terracería bajo custodia de elementos de la caseta de Mármol y la Guardia Nacional. Se estableció un perímetro de seguridad hasta contar con los recursos necesarios para el traslado de la aeronave.
Se contempló el remolque desde el kilómetro 32 hasta el Aeropuerto Internacional de Mazatlán, proceso que implicará el desarme parcial de la aeronave. Esta operación se planificó para garantizar el traslado sin riesgo de daños adicionales.




















































































