Ofensiva israelí contra instalaciones nucleares iraníes: enfrentamiento histórico
Israel e Irán reanudaron el intercambio de ataques en lo que se reconoce como su confrontación más intensa. La Fuerza Aérea israelí destruyó durante la madrugada una instalación de centrifugadoras en Teherán, elemento central para el enriquecimiento de uranio, en un operativo que busca limitar la capacidad nuclear iraní.
El ministro de Defensa, Israel Katz, calificó el bombardeo como un golpe a la “sede de seguridad interna” del régimen, mientras la Agencia Internacional de Energía Atómica confirmó la destrucción de dos plantas de centrifugadoras en Karaj, señalando el impacto en el programa de desarrollo atómico iraní.
Reacciones y amenazas de Irán en la confrontacion
El líder supremo iraní, Ali Khamenei, emitió un comunicado advirtiendo que Irán “nunca se rendirá” ante las presiones internacionales y que responderá con fuerza a cualquier agresión.
Sus declaraciones subrayan la determinación de Teherán de mantener su programa nuclear pese a los bombardeos.
En paralelo, Irán amenazó con infligir “daños irreparables” a las fuerzas que intervengan, aludiendo directamente a una posible participación de Estados Unidos. El régimen considera que la escalada militar de Israel cuenta con respaldo americano, lo que intensifica la tensión regional.
Autoridades iraníes también afirmaron que el intercambio de ataques se mantiene activo y seguirá escalando si no cesan los bombardeos. Estas advertencias se producen en medio de evaluaciones de Washington sobre una intervención directa al lado de Israel.
🇮🇷👉Israel está siendo bombardeado del mismo modo que lo fue Palestina.
Irán ha demostrado que puede hacerloLa cupula de hierro, no existe para los misiles iraníes pic.twitter.com/S9ZHR1NCU5
— aapayés (@aapayes) June 18, 2025
Víctimas y daños en el conflicto Israel-Irán
Hasta el momento, al menos veinticuatro personas han perdido la vida y cientos resultaron heridas en territorio israelí tras los ataques de Irán. Varias de estas víctimas corresponden a zonas cercanas a los focos de lanzamiento de misiles y albergan instalaciones civiles afectadas por los proyectiles.
En suelo iraní, las autoridades reportan 224 fallecidos en los bombardeos israelíes, un balance que incluye personal militar y civiles. Los daños materiales abarcan desde instalaciones nucleares hasta infraestructuras básicas, complicando el acceso a servicios esenciales.
Los hospitales en ambos países enfrentan saturación de pacientes heridos, especialmente en áreas fronterizas y urbanas. Médicos y paramédicos trabajan con recursos reducidos mientras se intensifica la amenaza de nuevos ataques.
Medidas de censura digital y detenciones en Irán
Ante la escalada militar, el gobierno iraní impuso cortes temporales de Internet para controlar la información y limitar la transmisión de imágenes de los bombardeos. Estas restricciones afectan tanto a usuarios particulares como a medios informativos independientes.
Las autoridades iraníes han detenido a al menos cinco sospechosos de actuar en favor de servicios de inteligencia extranjeros. Asimismo, se ha ordenado a la población eliminar WhatsApp de sus dispositivos móviles como medida de seguridad y de control del flujo de datos.
Cortes temporales de Internet
El gobierno restringió el acceso a plataformas de mensajería y redes sociales para evitar la distribución rápida de imágenes y testimonios de los ataques. Estas interrupciones buscan minimizar la difusión de información sobre las propias debilidades militares y civiles tras los bombardeos.
Usuarios señalan que los cortes se han aplicado por bloques horarios, lo que complica el uso de servicios esenciales y la comunicación cotidiana. Varias empresas de telecomunicaciones confirman la reducción en la calidad de conexión y la velocidad de datos móviles.
Arrestos y restricciones a aplicaciones
Las detenciones de presuntos agentes del Mossad se enmarcan en una ofensiva interna para neutralizar redes de espionaje. Las autoridades no han divulgado nombres ni detalles, pero afirman que preparaban acciones de sabotaje contra instalaciones sensibles.
La exigencia de desinstalar WhatsApp responde al temor de que potencie la organización de protestas y facilite la coordinación de filtraciones. En su lugar, el gobierno promueve el uso de aplicaciones nacionales con sistemas de vigilancia y encriptación controlada.