Operación de la Fuerza Aérea Israelí (IAF) sobre sitio de fabricación de motores balísticos
Ayer, aviones de combate de la Fuerza Aérea Israelí (IAF) llevaron a cabo un ataque dirigido contra una instalación dedicada a la producción de motores para misiles superficie a superficie. La acción se desarrolló tras el análisis de inteligencia, que determinó la presencia de maquinaria especializada en el área de Shahroud, Irán.
Según los informes disponibles, la intervención se basó en información proporcionada por la dirección de inteligencia militar, lo que permitió ubicar con exactitud los equipos críticos de la planta. El objetivo principal consistió en neutralizar componentes esenciales para la fabricación de propelentes sólidos.
El sitio atacado forma parte de un conjunto de instalaciones que integran la industria de motores balísticos del régimen iraní, cuyo propósito es ensamblar miles de unidades destinadas a operaciones de largo alcance en los próximos años.
Intervención en la industria de producción de misiles en Shahroud
La planta seleccionada se localiza en la zona de Shahroud, dentro de la provincia de Semnán, aproximadamente a 2.000 kilómetros del territorio israelí. Su función principal era el ensamblaje y prueba de sistemas de propulsión para misiles de superficie a superficie.
Esta instalación contaba con equipos de precisión para el procesamiento de carburantes sólidos y la integración de distintos módulos en los motores balísticos. La presencia de maquinaria especializada representaba un eslabón clave en la cadena de suministro de proyectiles de largo alcance.
Componentes clave: mezcladores planetarios y maquinaria esencial
El ataque se centró en los mezcladores planetarios, indispensables para homogeneizar los compuestos del propelente antes de su moldeo. La destrucción de estos aparatos dificulta la preparación de cargas propulsoras con las especificaciones requeridas.
Asimismo, se afectaron prensas hidráulicas y tornos de precisión utilizados en el mecanizado de carcasas y ejes de motor. La pérdida de estas unidades retrasa la recuperación de la capacidad industrial en la planta.
Efectos de la misión a 2.000 km de distancia
La ejecución del ataque a una distancia aproximada de 2.000 kilómetros del territorio israelí refleja un alcance operativo fuera de las fronteras inmediatas del conflicto regional. Este desplazamiento geográfico exige logística y planificación de vuelo a largo radio.
La identificación y selección del objetivo se efectuaron mediante la coordinación entre la dirección de inteligencia y la Fuerza Aérea, con base en información de campo que garantizó la localización precisa de la planta.
La operación interrumpe temporalmente la cadena de producción de motores balísticos, afectando la planificada fabricación de miles de misiles superficie a superficie en los próximos años.