Medida arancelaria al jitomate mexicano: impuesto antidumping y gravamen comercial
El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, aprobó un arancel del 20.91 % sobre las importaciones de jitomate mexicano que entrará en vigor el 14 de julio de 2025. Esta disposición modifica el sistema arancelario vigente y representa un nuevo tributo para el sector agroalimentario mexicano.
La imposición se basa en una orden antidumping emitida por el Departamento de Comercio de EU, que alega que las exportaciones mexicanas presentan “precios injustos” y artificialmente bajos. Según Washington, el gravamen busca proteger a los agricultores estadunidenses de la competencia externa.
Con este gravamen comercial, los productores de jitomate en México enfrentan un aumento en las barreras arancelarias que podría repercutir en sus márgenes de ganancia y en los volúmenes de exportación.
Antecedentes del gravamen y acuerdo previo con México
En 2019, durante la primera administración de Donald Trump, se negoció un pacto que evitó la imposición de un arancel del 17 % al tomáte mexicano. A cambio, se establecieron inspecciones al 92 % de las importaciones y controles de precios mínimos en el mercado estadounidense.
La nueva tarifa del 20.91 % revierte ese acuerdo, eliminando las salvaguardas pactadas y reinstalando un gravamen más alto que busca neutralizar lo que EU califica como dumping de los productos agrícolas mexicanos.
Impactos y reacciones ante la tarifa al jitomate importado
El ajuste arancelario podría trasladarse al precio final de los tomates frescos y sus derivados, afectando directamente la canasta básica de los consumidores estadounidenses. Además, la medida altera la dinámica de comercio en el sector hortofrutícola.
El Departamento de Agricultura de EU (USDA) proyecta que las exportaciones mexicanas de jitomate caerán alrededor de 5 % en 2025, como resultado de la menor demanda motivada por el alza de precios.
Efectos en consumidores y exportaciones agrícolas
Los consumidores en Estados Unidos enfrentan un incremento en el costo de tomates, salsas y productos procesados que utilizan jitomate como ingrediente principal. Esta presión inflacionaria se suma a otros factores en la cadena de suministro.
Al reducirse el volumen de importaciones mexicanas, el mercado interno de EU podría registrar escasez estacional, especialmente en temporada baja, lo que tensiona aún más los precios en el segmento de hortalizas.
Advertencias de productores y legisladores sobre el tributo
Productores agrícolas de Estados Unidos advierten que la falta de proveedores alternativos podría provocar desabasto durante el invierno, cuando la producción local disminuye. Señalan también que el costo de producción en EU resultaría más elevado.
Legisladores de ambos países alertan sobre el riesgo en empleos vinculados al procesamiento y la distribución de jitomate, ya que una menor demanda de exportaciones mexicanas podría impactar la cadena laboral de manera significativa.
Respuesta del gobierno mexicano y negociaciones comerciales
El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, aseguró que Estados Unidos no dispone de suficientes productores alternativos para cubrir la demanda de jitomate, por lo que el aumento arancelario repercutirá en el consumidor estadunidense.
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que iniciará gestiones con la administración de Trump para buscar un acuerdo que minimice los efectos adversos en el sector agrícola y salvaguarde la estabilidad del comercio bilateral.




















































































