Teuchitlán, Jalisco.— Un análisis de ADN mitocondrial identificó a una persona entre restos localizados en el rancho Izaguirre, presunto campo de adiestramiento del CJNG. El colectivo Guerreros Buscadores informó el hallazgo y el avance en peritajes forenses.
Lo que sabemos
- Un estudio de ADN mitocondrial permitió identificar a una persona entre los restos del rancho Izaguirre.
- Durante el inventario, cuatro familias reconocieron prendas entre más de 1,800 piezas de evidencia.
- Los fragmentos identificados pertenecen a uno de seis lotes localizados desde el inicio de la búsqueda el .
- La Fiscalía General de la República aseguró los restos y la UNAM colabora en estudios para determinar antigüedad e identidad.
Identificación por ADN mitocondrial en el rancho Izaguirre
El análisis mitocondrial permitió asociar material genético de los restos con una persona concreta. El procedimiento se realizó con apoyo de equipos federales especializados y laboratorios forenses.
Los fragmentos corresponden a uno de seis lotes hallados desde el inicio de la búsqueda el , según el registro del colectivo. La Fiscalía General de la República aseguró las piezas para su estudio.
El fiscal general, Alejandro Gertz Manero, confirmó que se encontraron restos de varias personas y que algunos presentan señales de haber sido expuestos al fuego. Los peritos continúan con análisis complementarios para ampliar las identificaciones.
Evidencia física y reconocimiento por parte de familias
Durante el inventario de objetos asegurados en el rancho, cuatro familias identificaron prendas de sus seres queridos. El registro oficial contabiliza más de 1,800 piezas de evidencia recogidas en el lugar.
- Pantalones
- Playeras
- Blusas
- Zapatos
El hallazgo de ropa vinculada a familiares se incorporó al expediente y forma parte de las cadenas de custodia que la FGR mantiene para los peritajes.
Intervención de la FGR y la UNAM en los peritajes
La Fiscalía General de la República aseguró los restos y coordina los análisis con personal federal especializado. El trabajo incluye identificación genética y estudio de las condiciones en que se hallaron los fragmentos.
La Universidad Nacional Autónoma de México participa para determinar la antigüedad de los fragmentos y aportar elementos que permitan reconocer a más víctimas conforme avancen los peritajes. El colectivo señaló que el proceso es costoso y tardado, pero constituye un paso para la búsqueda de verdad y justicia.




















































































