Incremento de siniestros viales y atenciones de emergencias
En las últimas semanas, la delegación de Cruz Roja en Sinaloa ha documentado un aumento de entre 8 % y 12 % en la siniestralidad vial relacionada con choques viales. Este repunte se registró específicamente en colisiones donde la distracción al volante por dispositivos móviles fue un factor determinante.
Los informes internos detallan que, en promedio, se atienden entre 7 000 y 8 000 emergencias al mes en todo el estado. Estos volúmenes de atención reflejan tanto la presión continua sobre los recursos de la institución como la creciente demanda ante accidentes de tránsito asociados al uso del celular al conducir.
Distracción al volante: uso del celular al conducir
Un análisis preliminar de los reportes de la Cruz Roja indica que gran parte de los incidentes viales están vinculados al uso del celular al conducir, especialmente por la redacción o lectura de mensajes de texto. Esta práctica reduce significativamente el enfoque que el conductor dedica a la vía.
La distracción por mensajería en movimiento se cataloga como un factor de riesgo cognitivo que aumenta la distancia de frenado y retrasa la toma de decisiones en situaciones críticas. Como consecuencia, los siniestros viales tienden a ser más graves y complejos de gestionar.
Impacto de la mensajería en movimiento
Durante el periodo observado, la delegación estatal ha identificado que la mayoría de los choques relacionados con dispositivos móviles ocurren en entornos urbanos con alto flujo vehicular. Las intersecciones y tramos con semáforos concentran la mayor incidencia de estos siniestros.
La combinación de tráfico denso y conductores concentrados en sus teléfonos incrementa la probabilidad de colisiones frontales o traseras. Esta situación complica las labores de respuesta de los equipos de emergencia, que deben movilizar recursos adicionales para cada incidente.
Combinación de factores de riesgo: alcohol y conducción con dispositivos móviles
Además del uso del celular, los datos de la Cruz Roja señalan que el consumo de alcohol al volante actúa como un agravante recurrente en los accidentes de tránsito. Esta interacción triplica el potencial de daños y eleva la complejidad de las atenciones prehospitalarias.
El alcohol afecta las habilidades psicomotrices, mientras que el manejo de dispositivos móviles genera distracción visual y cognitiva. La confluencia de ambos factores constituye un patrón de riesgo que desafía los protocolos de prevención y los procedimientos de atención inmediata.
Retos para la atención prehospitalaria
Los equipos de Cruz Roja enfrentan retos logísticos al atender emergencias donde confluyen alcohol y distracción. La severidad de las lesiones y la dispersión geográfica de los siniestros demandan una mayor coordinación entre unidades y el despliegue de equipamiento especializado.
El incremento sostenido de estos casos obliga a optimizar los tiempos de respuesta y a reforzar las tácticas de intervención en el sitio. Al mismo tiempo, se mantienen protocolos estrictos para garantizar la seguridad del personal durante cada operación.
