Violencia oculta y feminicidios intrafamiliares: 35 niñas asesinadas en 7 meses en México
En un periodo de siete meses, 35 niñas fueron asesinadas por sus propios familiares en México, un dato que evidencia la existencia de violencia oculta dentro de los hogares. La cifra concentra casos de violencia letal perpetrada por personas cercanas a las víctimas, lo que plantea la dimensión intrafamiliar del problema.
Los hechos reportados señalan que esta violencia no siempre se visibiliza de inmediato, lo que complica la identificación temprana de situaciones de riesgo. La naturaleza doméstica de los agresores dificulta la intervención y el registro puntual de patrones de violencia.
Denuncia de Frida Guerrera y ausencia de seguimiento institucional en protección a la infancia
La activista Frida Guerrera ha denunciado que las instituciones encargadas de la protección a la infancia no previenen ni dan seguimiento a los casos denunciados. Según su señalamiento, hay fallas en la atención y en los mecanismos que deberían evitar la escalada de violencia.
La denuncia apunta a una carencia operativa en la ruta de protección que debería activarse ante señales de riesgo. La falta de seguimiento institucional implica que muchos expedientes no avanzan hacia medidas de protección efectivas para las niñas en situación de vulnerabilidad.
Fallas institucionales, prevención insuficiente y consolidación de la impunidad
Los señalamientos sobre la ausencia de prevención y seguimiento se vinculan a una percepción de impunidad que se afianza cuando no hay procesos claros ni sanciones efectivas. Esa percepción contribuye a que los casos queden sin respuesta adecuada por parte de las autoridades competentes.
La falta de protocolos aplicados de manera consistente y la ausencia de acciones de prevención visibles favorecen que la violencia crezca en silencio. La consolidación de la impunidad se observa en la persistencia de casos sin resolución pronta ni medidas reparadoras para las víctimas.
Carencia de protocolos y seguimiento efectivo
Los reportes indican que los protocolos existentes no se aplican con la diligencia necesaria para proteger a niñas en riesgo. La carencia de seguimiento efectivo implica que las alertas no se traducen en medidas concretas y sostenidas.
Sin seguimiento, las intervenciones tienden a ser reactivas y parciales, lo que reduce la posibilidad de prevenir desenlaces fatales en el entorno familiar. Esto evidencia una brecha entre la normativa y su implementación práctica.
Efectos de la impunidad en la persistencia de la violencia
La impunidad se refuerza cuando los agresores no enfrentan consecuencias claras y cuando los procesos se estancan. Esa dinámica puede contribuir a que los actos de violencia continúen ocurriendo sin freno.
La persistencia de impunidad también dificulta la confianza en los mecanismos de protección y desalienta la denuncia por parte de redes cercanas, lo que alimenta la invisibilidad de muchos casos.
Perfil de agresores y tendencia a la juventud: agresores más jóvenes en violencia intrafamiliar
Los informes apuntan a una tendencia en la que los agresores se vuelven más jóvenes, lo que modifica la composición etaria de quienes cometen violencia intrafamiliar contra niñas. Este cambio en el perfil requiere atención sobre las dinámicas familiares y sociales que lo explican.
El aumento relativo de agresores jóvenes plantea retos distintos a los de perpetradores adultos tradicionales, ya que implica examinar relaciones de poder, convivencia y entornos cercanos que facilitan el acceso a las víctimas. El dato obliga a revisar cómo se detectan y se atienden estos riesgos en edades tempranas.




















































































